Este puente del que hablamos que hace la lectura, sucede todo el tiempo, ya que la lectura y la escritura están vinculados desde casa, a la escuela y el trabajo, e incluso en las paredes grafiteadas por las que caminamos diariamente. Sin embargo, hay que recordad que la lectura en el mundo no es una actividad muy común, es una actitud que debemos de tener, que nos permite analizar la vida que transitamos todo el tiempo. Es una actividad realizada por aquellos que han tenido la oportunidad de aprender las letras, pero también de todos aquellos que no tuvieron la oportunidad.
La lectura va más allá de las palabras, va a entender el mundo y nombrarlo con un lenguaje que para todos es distinto, propio, pero que nos permite comunicarnos. Este lenguaje mediante el cual podemos articular tanto un hermoso amanecer, como señalar la más terrible de las injusticias, nos permite hacerle frente a la vida en forma de comunidades. Y es así como la lectura puede ser la lente para entender lo que ocurre a nuestro alrededor y el lenguaje el megáfono que nos permite juntarnos y gritar tanto nuestras felicidades como nuestros descontentos y gritarlos en conjunto con los de los demás.