Entre los beneficios tenemos que leer reduce estrés, puede incrementar casi un 50% los riesgos de sufrir un accidente cerebrovascular y 40% las enfermedades del corazón. Es un hecho que no podemos eliminar este componente de nuestras vidas, pero leer ayuda a reducirlo. Según un estudio realizado en el año 2009 por la Universidad de Sussex en Reino Unido, leer puede ayudar a reducir los niveles de estrés en un 68%, más incluso que escuchar música o dar un paseo.
Leer también frena el deterioro cognitivo, con envejecimiento, el funcionamiento del cerebro se vuelve cada vez más lento y tareas que antes nos resultaban sencillas, como recordar un número de teléfono o el nombre de una película, ya no lo son tanto. De acuerdo a varios estudios, leer podría contribuir a frenar o incluso prevenir este deterioro de las funciones cerebrales, así que la lectura y otras actividades que estimulan la mente nos ayudan a retrasar la demencia senil.