Los asesinos seriales tiene habilidad para solucionar problemas, frialdad y control sobre sus emociones, como Hannibal Lecter o James Bond, que tiene conciencia de lo que hace, pero cero remordimientos, porque su justificación es perfecta: lucha con el mal con el mal mismo. La violencia depende de estructuras cerebrales como el giro angular, que está en las profundidades del lóbulo parietal, espacio que por su posición integra información visual, auditiva y somatosensorial. En estos asesinos el consumo de glucosa y el riego sanguíneo de esta zona están disminuidos.
Históricamente se ha llamado idiotas morales a los psicópatas, pues tienen una personalidad encantadora que les facilita atrapar a sus víctimas. Para ellos no existe lo moral o lo inmoral, conceptos que se relacionan con la actividad de la amígdala, situada en el lóbulo temporal y en la corteza prefrontal. Al parecer los psicópatas muestran una baja activación de estas partes ante problemas que impliquen una decisión moral y son capaces de tomar decisiones rápidamente, aunque afecten a los demás sin ningún tipo de remordimiento. Concluyamos que estas personas tienen conciencia de lo que hacen.