Estas habilidades son una serie de competencias o aptitudes que se desarrollan a lo largo de la vida, que nos permiten participar con eficiencia y destreza en todas las esferas de la comunicación y la sociedad. Entre estas habilidades encontramos la escucha activa, que se trata de una habilidad de comunicación básica, sin embargo, aunque parezca algo fácil, en realidad no todos la desarrollamos, pues oímos en vez de escuchar activamente, es decir, con plena atención; mientras que otras veces no tenemos una actitud adecuada frente al emisor y realizamos un juicio de sus palabras.
El lenguaje verbal es un buen comunicador que debe ser claro, vocalizar correctamente y considerar los tiempos de forma adecuada. Por ello debe cuidar el tono de su voz, no arrastrar las palabras y evitar todas aquellas muletillas que son comunes, ya que restan credibilidad al emisor.