Para entender el mundo como un espacio diverso en donde todos podemos convivir con nuestras diferencias y similitudes son una respuesta a para qué leer y comprender, también nos ayuda a aprender a dirigirse con autonomía por la vida. El leer estimula la empatia, conocida popularmente como la capacidad de ponerse en los zapatos del otro; favoreciendo una toma de decisiones desde la libertad, pero con el conocimiento de la existencia del otro.
Hay que empezar primero con los bebés, acercándoles libro flexibles de materiales suaves y con texturas, para hacer del libro un objeto de uso cotidiano; posteriormente, cuando los pequeños van creciendo, con el uso de libros con imágenes, en los que los textos cortos cobran sentido con el apoyo de las ilustraciones que complementan las historias. Cuando los niños aprende a leer, incorporando libros con más texto, para que sea una experiencia grata, hasta llegar a lecturas sin imágenes que le signifiquen algo. Con lo que estamos estimulando el proceso de compresión de la lectura.
