A mediados del siglo XIX , cambiaron las necesidades de las personas, principalmente trabajadoras de las fábricas en la época de la Revolución Industrial y esto dio un giro a los horarios, pues tenían la necesidad de comer antes de ir a la jornada de trabajo para tener la energía suficiente, sin importar si eran maestros, artesanos, obreros o dueños de la fábrica. Otro hallazgo interesante es la creación de las hojuelas de maíz , alimento precursor de la comida rápida e industrializada que se mundializa a mediados de los años cincuenta con la liberación económica.
Los alimentos industrializados hoy en día invaden hogares, con la expectativa de ser adecuados y prácticos, iniciando en los países ricos y después a los más pobres, como es el caso de México. El tiempo de la comida es el que desde las civilizaciones más estructuradas, como los romanos, se caracterizaba porque se hacía al media día, pues era la luz del día la que marcaba el horario, ya que las personas se levantaban para trabajar, aprovechando la luz del sol. Después de seis horas de trabajo ya sentían hambre, lo que sugiere que es el antecedente del tiempo de la comida como lo conocemos actualmente y que en otros países lo denominan almuerzo.