Crónica gran género literatura
Cualquiera que haya sido la razón, el hecho es que eso fue, precisa y paradójicamente, lo que dio al género su gran libertad, pues no tuvo que aceptar las modas temáticas o estilísticas ni las imposiciones de los editores o del mercado, no se planteó problemas de trascendencia, de dogmas culturales, artísticos o ideológicos, y fue suya tal amplitud de posibilidades y tal flexibilidad, que terminó por conseguir, tanto formal como temáticamente, ser el género que mejor les permite a los escritores decir lo que quieren decir y del modo como lo quieren decir. El resultado es que son textos siempre frescos, siempre fluidos, siempre amenos, incluso cuando sus temas no lo son, como sucede con las crónicas actuales.
Y para lectores, esa libertad significó encontrarse al mismo tiempo con el retrato de la realidad y con la agilidad del relato bien escrito. Porque en la crónica, la palabra es información y es arte, es objeto para el saber y para el placer. Y por ello se convirtió en el género más frecuentado en la literatura mexicana, el más se lee.