El arte de ser abuelo se refleja en que nadie puede hacer por los nietos lo que hace el abuelo, se convierten en cómplices, esta unión no se compara con el amor hacia los padres. Es el lazo que une la madurez con la infancia. No es viejo aquel que pierde su cabello o su última muela, sino el que pierde las ganas de vivir, un nieto para el abuelo es renacer e inyecciones de vida con alegría.
Ser abuelo es un arte que requiere aceptación de la condición de la persona, paciencia, amor y humildad, que por otra parte, son elementos esenciales para vivir con dignidad esta etapa de la vida.