Son las dos armas que hacen al cristiano más fuerte, cuando se realizan oraciones y rezos para las noches o en el mismo día, uno se vuelve menos vulnerable a las tentaciones y protege así a sus seres queridos. La fe no es una ideología, ni solo una actividad que se realiza como un rito dentro de un templo y en determinado momento. La fe y la oración acompaña al hombre en todas las dimensiones de su vida, laboral, familiar, social y política. En las escrituras se afirma que la fe se demuestra en nuestras obras y el cristiano tiene el Evangelio como camino de vida porque la fe no es separable del aspecto social.
La voz de la Iglesia no debe callar. Que esta humanidad que se hunde en el consumismo y el hedonismo escuche su voz, tu puedes ayudarlos con la oración. La gran desigualdad entre quienes lucen joyas costosas, poseen mansiones que no se habitan y se sacian con grandes manjares y entre los que mueren de frío, duermen bajo los puentes y pasan hambre, se debe denunciar.