Forma parte del núcleo de voces literarias agrupadas bajo el nombre de generación de Medio Siglo, en el que también figuraban Juan García Ponce, Salvador Elizondo, José de la Colina y Juan Vicente Melo. No es sólo Arredondo la única mujer en una cofradía de varones, sino también la de la obra más concentrada y escueta. Arredondo fue fiel al género más arduo y exigente de la ficción: el cuento. Sus incursiones en la prosa argumentativa son de interés, sin duda, pero dificilmente podríamos decir que conformen el cuadro de una vocación.